Incrementa el ritmo metabólico
La cafeína es una sustancia bastante conocida por todos pero de la que en realidad, se ignoran muchos aspectos que pueden influir en la actividad física. La cafeína ha sido consumida por el hombre desde hace siglos. Constituye la sustancia psicoactiva más empleada en el mundo y se encuentra naturalmente en las hojas de té, los granos de café y en el cacao. Los efectos estimulantes de la cafeína dentro del mundo de la actividad física y el deporte vienen siendo ampliamente investigados. Esta sustancia estimula el Sistema Nervioso Central, incrementa el ritmo metabólico y respiratorio en reposo y provoca un aumento en la atención, alerta y habilidad mental.
Los estudios dicen que dos tazas de café una hora antes de hacer ejercicio pueden retrasar la fatiga y prolongar el rendimiento en deportes de larga duración, es decir, que puede contribuir a aumentar o mejorar el rendimiento del ejercicio aeróbico. Existen otros estudios que demuestran que la cafeína puede facilitar el uso de la grasa intramuscular como fuente de energía durante la realización de ejercicios, preservando el glucógeno y, por lo tanto, retrasando la sensación de cansancio.
Así mismo, puede aumentar la capacidad de contracción del músculo, no tiene efectos ergogénicos en el ejercicio intenso de corta duración, pero puede retardar el agotamiento. Incluso se ha estudiado la posibilidad de que una taza de café podría ser un antídoto para el malestar muscular después de hacer ejercicio, conocido como molestia muscular de inicio tardío (DOMS). Por otro lado, se dice que aquellos individuos que están menos acostumbrados a la cafeína, pueden resultar más beneficiados antes del entrenamiento, mientras que los que están más acostumbrados a esta sustancia no experimentan estos efectos de un modo tan acusado. Pero también hay que tener en cuenta los efectos negativos que puede tener esta sustancia en el organismo dependiendo de cada persona y de la cantidad ingerida, entre otros, ansiedad, taquicardia, desordenes gastrointestinales, pérdida excesiva de líquidos, nerviosismo e insomnio.
También hay que tener en cuenta que muchas veces, la fuerza mental puede tener mucha influencia en el rendimiento, por ello se han realizado estudios para contrastar los efectos reales de la cafeína con los efectos psicológicos del deportista frente al doping, administrando en los entrenamientos sustancias inocuas alternando con cafeína para comprobar si realmente aumenta el rendimiento por la cafeína o por el efecto placebo que ejerce el doping en la mente del deportista.
Es una sustancia diurética, lo cual significa que aumenta la producción de orina y la pérdida de agua corporal, lo que puede llevar a una deshidratación. Sin embargo, hay estudios que demuestran que este efecto se general principalmente en condiciones de reposo, que no es apreciado durante el ejercicio físico, sin afectar por tanto a la regulación hídrica durante la actividad física . Sin embargo si es aconsejable que el deportista aumente la ingestión de líquidos.
Otro posible efecto negativo de tomar cafeína habitualmente es el riesgo a largo plazo, sobre todo en mujeres, de pérdida de calcio óseo que se excreta por la orina aumentando el riesgo de sufrir patologías derivadas de esta pérdida de mineral . Las personas que no ingieran más de cinco tazas al día (3-6 mg/Kg) no corren riesgos de ningún tipo, siempre teniendo en cuenta las características de cada persona. Por lo que es recomendable que si se va a consumir para mejorar el rendimiento de los entrenamientos se tenga en cuenta la tolerancia de esa persona a esta sustancia.