Con el inicio de la temporada siempre definida como la vuelta: “vuelta al colegio, vuelta al trabajo y vuelta a la rutina” se plantean posiblemente una serie de dudas sobre el deporte a practicar para el nuevo curso. Es importante discernir acerca de lo que de una u otra manera, realizar actividad física nos supone. Por ejemplo, el mismo hecho de practicar un deporte es muy distinto a realizar lo llamado ejercicio físico o actividad física.

Practicar un deporte casi siempre va a conllevar una colectividad y una competición. Mientras que realizar actividad física supone principalmente hacer un ejercicio físico controlado sin ningún tipo de ánimo competitivo. Es por ello, que ambas opciones tendrán resultados consecuentemente distintos en la persona que los practique.

Los deportes estrella para esta nueva temporada son el fútbol y el baloncesto, y buena prueba de ello es que son los deportes en los que más apuestas se realizan a lo largo de una temporada, ya que ambos están a comienzos de sus competiciones profesionales más importantes la Liga española y la Champions League para el fútbol; y el Mundial de baloncesto celebrado este año en España, además de la ACB en octubre. Ambos son un ejemplo de práctica de deporte colectivo basada en la competición, con objetivos tan claros como la obtención de puntos, y que se realiza de manera  indiscutiblemente grupal. Practicar un deporte colectivo como éstos suele resultar mucho más atractivo simplemente por el hecho de realizarlo acompañado, lo que facilita la creación de rutinas, el fortalecimiento de la voluntad e incrementa tanto el espíritu competitivo como el de comunidad.  Son deportes mucho más abiertos, se pueden practicar la mayoría de los casos al aire libre, lo que además tiene efectos directos sobre el bienestar físico y psíquico. Potencia valores como la justicia, la responsabilidad y acrecienta la sociabilidad de la persona.

Dentro de la práctica del deporte, se pueden encontrar también algunos de práctica individual entre los que se requiere una gran fortaleza personal tanto a nivel físico como mental y anímico. Es el caso del tenis ahora que ya ha dado comienzo el Open de Estados Unidos. O en pleno mundial de Fórmula 1, el automovilismo.

En los deportes individuales el propio deportista se encarga de trabajar en soledad para superar un objetivo, que a veces puede ser impuesto desde fuera; es el caso de las competiciones, y otras, simplemente tiene un origen interno, lo que en ocasiones resulta mucho más duro. La diferencia la marca competir contra un contrario o contra uno mismo, lo que tiene consecuencias importantes en el deportista. Entre lo positivo es el desarrollo y potencialización de la autoestima y el aumento de responsabilidad personal. La cara negativa del deporte individual es lo peligroso de la exigencia. Por otra parte realizar actividad física individual permite a los deportistas un mayor control sobre los ejercicios, su salud y su cuerpo. Tiene además un menor índice de riesgo de lesión, ya que personalmente es el deportista quien vigila desde cerca sus entrenamientos y el encargado de poner los límites; todo ello teniendo en cuenta de que hablamos de la práctica de deporte a un nivel amateur.

Por ultimo, una propuesta para los que no consigan elegir una sola opción. El ciclismo, es el deporte por excelencia integrador y englobador de lo mejor de practicar deporte colectivo e individual. Celebrándose la Vuelta a España en estos momentos, practicar ciclismo es  para el ámbito personal y social: resistencia, fuerza mental, autonomía y liderazgo.