Cuando hacemos deporte lo más probable es que tus pies sufran las consecuencias. Piensa en tus zancadas al correr, en tus cambios bruscos de dirección, en cualquier clase de aeróbic o step. Hay algunas reglas básicas para mantenerlos contentos. Lo primero son los ciudados diarios.

Es muy importante lavarse y secarse sobre todo entre los dedos para evitar que se acumule la humedad y puedan aparecer hongos. Deben lavarse con agua templada y jabón neutro para las pieles delicadas. Una vez lavados es importante aplicar una crema hidratante para evitar durezas o suavizar las ya existentes.

No camines descalzo y usa siempre calcetines de algodón. Otro tema importante es el de la uñas hay que cortarlas siempre de forma recta ya que si se cortan muy redondas podrían curvarse más de lo debido y clavarse en los extremos. La compra del calzado ha de hacerse por las tardes que es cuando los pies están más hinchados. Procura que el calzado que utilices te permita la movilidad de los dedos. Ten en cuenta que el calzado deportivo favorece la reproducción de hongos por la humedad, puedes usar diferentes clases de talcos para absorberla y mantenerlas bien aireadas después de cualquier sesión de ejercicio.

En caso de sudoración excesiva, date baños diarios con aceite esencial de salvia. Otro buen desinfectante natural es el Árbol de Té. Si las uñas, sobre todo las del dedos gordos, están abiertas en capas verticales, suele ser un deshidratación, por lo que debes aplicarte cualquier aceite o crema lo antes posible. No basta con hacer ejercicio, también es conveniente hacer movimientos especiales, como girar los pies tanto a derecha como o izquierda. Por último, darte suaves masajes en pies y piernas también activa la circulación.

Aprovechando la época estival un buen paseo por la orilla de la playa cualquier pie lo agradecerá.